La diálisis es un tratamiento para extraer las toxinas, los residuos y el exceso de agua de la sangre. Se trata de un proceso artificial que sustituye la función de los riñones cuando estos han dejado de funcionar (insuficiencia renal), ya sea de forma temporal (fracaso renal agudo) o permanente (enfermedad renal crónica o ERC).

Existen dos tipos de diálisis:

1. Hemodiálisis: se utiliza una máquina, a veces llamada “riñón artificial”, para filtrar sangre. Cada sesión dura alrededor de cuatro horas.
2. Diálisis peritoneal: se utiliza un membrana natural del paciente (el peritoneo) para filtrar la sangre a través de un tubo (catéter) hacia el abdomen. La diálisis peritoneal puede ser continua ambulatoria, donde siempre hay líquido de intercambio dentro del abdomen, o la automatizada, realizada mientras la persona está dormida por la noche.

La elección de una u otra depende del criterio médico y las características y preferencias de cada persona. En el caso de la enfermedad renal crónica, la diálisis es un tratamiento de por vida, salvo que el o la paciente se someta a un trasplante renal.

Los riñones

Los riñones son dos órganos con forma de alubia y el tamaño de un puño, aproximadamente. Están ubicados detrás de los órganos abdominales, en la zona lumbar de la espalda, uno a cada lado de la espina dorsal. Los riñones son los encargados de limpiar los desechos de la sangre y transformarlo en orina.

La diàlisi està indicada en pacients amb insuficiència renal, ja sigui de manera temporal (insuficiència renal aguda) o permanent (malaltia renal crònica o ERC).