Cirugía robótica
de Da Vinci a HUGO
En las instalaciones de la Fundació Puigvert, al conocido y experimentado sistema Da Vinci® se acaba de sumar el novedoso e intuitivo HUGO™.
Desde sus rudimentarios inicios prehistóricos quizá con finas lajas de sílex, la cirugía ha ido progresando en habilidad e instrumental con el fin de abrir, extirpar, unir, cortar, resecar, cauterizar, injertar, desbridar y suturar los órganos dañados. Ha sido una milenaria carrera hacia la precisión, eficacia y seguridad. Y, sobre todo en las últimas décadas, con el propósito de minimizar el daño a los pacientes debido al sangrado durante la intervención.
Este ha sido uno de los objetivos que ha guiado la práctica clínica de la Fundació Puigvert desde su constitución en 1961 por el profesor Antoni Puigvert como centro especializado en Urología, Nefrología, Andrología y Medicina Reproductiva.
No habían pasado ni cinco años desde que la FDA, la autoridad reguladora de Estados Unidos, aprobara el sistema quirúrgico Da Vinci® para la cirugía de próstata, cuando la Fundació lo instaló por primera vez en España. Su presentación oficial tuvo lugar el 29 de septiembre de 2005 después de algunas operaciones previas que avalaron su revolucionaria utilidad. El siglo XXI encarnaba con asombro lo imaginado en tantas novelas y películas de ciencia-ficción: la cirugía robótica.
En ese primer modelo Da Vinci®, la compañía estadounidense Intuitive Surgical había estado trabajando durante una década. Su nombre homenajeaba al polifacético florentino Leonardo da Vinci, que hacia 1495 había diseñado un autómata humanoide, "el Caballero Mecánico", bajo el patrocinio de Ludovico Sforza, duque de Milán. Sin embargo, su finalidad no era curativa: se trataba de un guerrero vestido con una armadura medieval germano-italiana del siglo XV. Podía efectuar varios movimientos de mandíbula, brazos y cuello gracias a una serie de dispositivos mecánicos internos que probablemente eran accionados por humanos.
A lugares inaccesibles
A diferencia del guerrero autómata del ingenioso Leonardo, el sistema Da Vinci® se asemeja a un pulpo metalizado recubierto de plásticos higiénicos cuyos brazos y tubos confluyen en la torre de control y en la cabina del cirujano. Gracias al visor tridimensional, a los mandos ergonómicos y a la milimétrica precisión del robot,la intervención minimiza las incisiones y la necesidad de anestesia, reduce la pérdida sanguínea, el dolor posquirúrgico y las cicatrices posteriores, así como el riesgo de infecciones.
Los dos brazos principales se complementan con otro que sujeta la cámara endoscópica, que retransmite las imágenes, y con un cuarto que actúa como separador automático sustituyendo al ayudante. “Hasta ahora, la cirugía abierta ha sido estándar, fácil de controlar y tremendamente segura", declaró el Dr. Villavicencio en la presentación de 2005. Pero
"este robot llega a lugares inaccesibles para las manos humanas, es mucho más exacto y preciso, consigue mejores resultados en la recuperación del paciente y acabará sustituyendo a la técnica tradicional abierta”.
Herramientas de excelencia
Con la llegada de HUGO™, la Fundació Puigvert ha robotizado la mitad de sus quirófanos. “Es nuestra apuesta por la cirugía robótica”, dijo Roger Abad, Director Corporativo de la Fundació Puigvert, en la presentación del dispositivo.
“Queremos poner al alcance de nuestros especialistas las mejores herramientas para que puedan llevar a cabo su trabajo con la máxima excelencia, ofreciendo la mejor asistencia a nuestros pacientes”.
Manel Molera fue el paciente que se sometió a la nefrectomía parcial debido a un tumor renal. “Hasta hace poco habría significado la extirpación total”, puntualizó en el periódico El 9 Nou el Dr. Alberto Breda, Jefe de la Unidad de Urología Oncológica de la Fundació y Presidente de la sección de cirugía robótica de la Asociación Europea de Urología. Molera no se lo pensó dos veces cuando le invitaron a ser el ‘conejillo de Indias’ del robot HUGO™. Después de padecer cuatro tumores, “tengo mucha suerte; ahora mismo puedo estar hablando contigo”, le confesó al periodista.
Video resumen de la experiencia de nuestros facultativos con HUGO™:
Robot de alta gama
Las sucesivas generaciones de robots Da Vinci® -la cuarta es el Da Vinci Xi- han ido afinando tanto la precisión como la seguridad y las posibilidades quirúrgicas, y ampliando su campo de maniobras desde la urología -la gran beneficiada de la robotización- a la cirugía general, la ginecología, la cirugía torácica, la cirugía cardíaca, la cirugía pediátrica y la otorrinolaringología.
La permanente inquietud de la Fundació Puigvert por incorporar los últimos avances clínicos y tecnológicos se refleja en la reciente adquisición del robot quirúrgico HUGO™, de la compañía estadounidense Medtronic, el más avanzado hasta la fecha. Con él, el Dr. Alberto Breda y el Dr. Joan Palou, Jefe del Servicio de Urología, realizaron en febrero de 2022 una prostatectomía radical y una nefrectomía parcial, siendo la primera vez en España y la segunda en Europa que se utiliza este novedoso sistema.
El robot HUGO™, apelativo familiar que intenta humanizar a la máquina, según las intenciones de sus creadores, introduce, por primera vez en un sistema de su clase, una consola abierta y una estructura modular que permite utilizar los diferentes brazos de manera independiente, mejorando la precisión de las intervenciones, además de incluir un sistema de inteligencia artificial.
“Si comparamos al Da Vinci y al HUGO", ilustraba el Dr. Palou, "es como si antes tuviéramos un Ferrari y ahora un Lamborghini; son dos robots de alta gama, aunque cada uno con sus particularidades”.
HUGO™ proporciona un mayor rango de movimiento, una visión en alta definición del campo quirúrgico y una precisión potenciada gracias a una óptica de hasta diez aumentos.
Todos estos atributos favorecen una experiencia de “mayor proximidad”, ya que permite al cirujano mantener el contacto visual con el equipo quirúrgico. Asimismo, dispone de un sistema móvil que facilita los desplazamientos dentro y fuera del quirófano, y su sistema de inteligencia artificial permite, entre otras funciones, grabar las intervenciones y seleccionar los momentos clave de forma automática. Ofrece también una ergonomía mejorada para la posición correcta del cirujano.
Referente en uroncología
Tecnología, formación y experiencia. Con sus 1.800 prostatectomías radicales en la última década, la Fundació Puigvert, referente nacional y europeo, acumula una envidiable pericia clínica e investigadora en uroncología. Como indican numerosos estudios internacionales, cuanta mayor actividad quirúrgica mejores resultados se obtienen. Según concretaba el Dr. Palou:
“En vejiga, se recomiendan 20 cirugías como mínimo al año" "Los mejores resultados los consiguen los equipos quirúrgicos con más experiencia”.
Y añadía que, en formación, la Fundació Puigvert es el único centro que cuenta con recursos de simulación en cirugía urológica en España, que sirven para formar a los futuros especialistas en endourología, laparoscopia y robótica.
Después de veinte años de reinado del Da Vinci®, el desarrollo e incorporación de nuevos robots quirúrgicos, como el HUGO™, va a respaldar una mayor expansión de la cirugía robótica, con precios más asequibles, hacia una mejor atención sanitaria a nivel global.
"Esperamos que, próximamente, la aplicación de la cirugía robótica sea accesible a más personas con el propósito de ofrecer a cada paciente el tratamiento más adecuado”,
confía el Dr. Breda.
¿Qué avances se vislumbran a corto plazo en cirugía urológica? “En robótica, el uso de trocar único (una sola entrada en el abdomen) y que luego los brazos del robot se desplieguen dentro del cuerpo es algo que ya se está probando en Estados Unidos”. También se están desarrollando, según el Dr. Palou, "otros robots que incorporan la sensación táctil, algo que hoy todavía no es posible”.
Y otro escenario que se plantea, entre la utopía y la distopía: ¿sustituirán los robots a los cirujanos? Soñar es gratis y nadie conoce aún los límites de la tecnología futura, pero la presencia humana, del experto cirujano, siempre será necesaria. Al fin y al cabo, la palabra ‘robot’ procede de un término checo que significa ‘servidor’, ‘esclavo’, un eficaz colaborador de su amo.